Venecia I

Buon giorno!

Nos estrenamos en el blog con la entrada de una de las ciudades más emblemáticas y cautivadoras de Europa: ¡Venecia!

Estuvimos en Venecia en julio de hace 3 años, ¡cómo pasa el tiempo!. Pau había visitado la ciudad en agosto algunos años antes con su familia y la recordaba a rebosar de turistas, así que escogimos viajar en julio para evitar tanta multitud (aún sabiendo que habría mucho turista igualmente), y acertamos! Recuerdo pasear solos por callejuelas escondidas, o podernos hacer fotos tranquilamente en el puente de Rialto. Así que si podéis escoger ir de vacaciones entre julio y agosto y estáis pensando en este destino, id en julio si o si! El calor… ya es otra cosa, eso no os lo quita nadie 😉 .

Alojamiento y transporte

Como todo el mundo, siempre procuramos coger los billetes de avión en las fechas en que nos resulten más baratos, y en la medida de lo posible, intentamos volar temprano por la mañana, para así poder aprovechar al máximo el día de llegada al destino. Llegamos al aeropuerto a la hora prevista y desde allí cogimos un autobús que nos dejó muy cerca de nuestro hotel.

Nos alojamos en el City of Art Venice Lloyd, un hotel sencillo situado en Mestre, justo al lado de la estación de tren. Escogimos este hotel por precio y ubicación. Alojarse en Venecia (la zona de la laguna) es carísimo, en cambio, en Mestre el precio es más asequible por noche, aunque para llegar a la zona turística hay que coger tren o autobús (que tarda muy poquito en llegar).

El hotel no es para tirar cohetes… además cuando llegamos no había nadie en recepción y estaba cerrado, y tuvimos que ir al hotel de enfrente y dejar nuestro equipaje en su consigna. Pero como ya he dicho antes, estaba situado justo al lado de la estación de tren y como sabíamos que nos pasaríamos el día en la laguna y solo íbamos a volver a Mestre para dormir, era un mal menor.

Vistas desde el puente de Rialto

Ruta por Venecia

Después de la pequeña odisea para dejar nuestro equipaje a buen recaudo nos pusimos en marcha hacia Venecia. Esa tarde nos dedicamos a pasear e ir a los puntos más emblemáticos: el mercado, la plaza San Marco, el puente de Rialto y las calles y canales de los alrededores. También nos acercamos al Canale di San Marco justo detrás de la plaza de San Marco, donde hicimos las típicas fotos con las góndolas amarradas en el Canal Grande y San Giorgio Maggiore al fondo. Fue una tarde de pasear sin rumbo fijo, de descubrir. Además a mi me encantan los sitios antiguos, decadentes, así que no podía dejar de pararme a fotografiar cada calle, cada fachada, cada puerta… ¡Me acababa de enamorar de otra ciudad más!

A la mañana siguiente nos levantamos temprano, desayunamos en el hotel y después de coger el tren que nos llevaba a la laguna, teníamos todo el día por delante para pasear y descubrir los rinconcitos escondidos de Venecia. Nada más llegar nos dirigimos al barrio del Cannareggio, antiguamente el barrio judío. Allí volvimos a perdernos por sus calles, cruzamos los canales, puentes arriba puentes abajo y nos volvimos a dirigir hasta el puente de Rialto. Reconozco que soy muuuy pesada con las fotos y me encanta repetir sitios de una ciudad para fotografiarlos en diferentes momentos del día (volveríamos al ponte de Rialto incluso de noche! Pero es que es un “must”!).

Il Cannaregio

Paseamos por il Canal Grande, volvimos a San Marco y cogimos nuestro primer traghetto. Los traghetti son góndolas grandes que te cruzan de un lado a otro del Gran Canal y que cuestan unos dos euros. En esta página podéis encontrar mucha información sobre los traghetti, pero cuidado, porqué pone que cuesta unos 0,50€ y cuando fuimos nosotros valía 2€. También fuimos hasta la Basilica di Santa Maria della Salute y desde allí tuvimos unas vistas magníficas de San Marco y de San Giorgio Maggiore. A la vuelta, cruzamos por el Ponte dell’Accademia desde el cual disfrutamos de unas preciosas vistas del canal y las fachadas de los edificios bañados con el sol de la tarde.

Y para rematar el día, después de cenar una riquísima pizza (como no), fuimos a un concierto de ópera de estilo barroco en el teatro La Fenice. No recuerdo qué nos costó la entrada, pero la compramos ése mismo día en el teatro y no fue muy cara.

Al día siguiente fuimos a visitar Murano y Burano, que podréis descubrir en nuestra siguiente entrada o clicando aquí mismo!. Si os ha gustado este post dejad un comentario ;).

¡Os esperamos en nuestra siguiente aventura!

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